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La enfermedad pariodontal felina, desde el punto de vista de un gato

La enfermedad pariodontal felina, desde el punto de vista de un gato

Julio 19, 2022

Eres un animal pequeño, pero tú no lo sabes. En tu mente eres un ser imponente, te sientas orgulloso y temerario observando tu alrededor. Eres un depredador. Un depredador no puede permitirse mostrar ninguna debilidad; sin embargo, ya son meses o quizás años que sientes una molestia progresiva en toda la boca. Nadie debe saberlo, por lo que haces todo lo posible por ocultarlo, te alimentas como puedes. A veces no puedes evitarlo, arde tanto que empiezas a salivar, brincas, agitas la cabeza, intentas clavar las garras en tus propias fauces de la desesperación… Tus elegidos no lo perciben ¡Pero cómo duele!

Se estima que al menos 80% de la población mundial felina ha sufrido, sufre o sufrirá alguna vez en su vida de enfermedad periodontal. Entendemos por esta enfermedad (que en adelante será denominada periodontitis) a la inflamación progresiva de todas las estructuras que brindan soporte alrededor de los dientes. Es un problema muy frecuente, y lastimosamente muy subdiagnosticado. ¿El motivo? Muy relacionado en parte a la naturaleza del felino doméstico que difícilmente manifiesta su incomodidad (a menos que sobrepase por mucho su umbral del dolor), sumado al desconocimiento de algunos tutores en identificar los signos pasivos de dolor en esta especie.

La fisiopatología de la periodontitis no está esclarecida del todo, pero se suele aludir que es producida por una reacción inmunomediada del propio individuo hacia la presencia de la placa bacteriana bucal. Esta placa es producida por bacterias que inicialmente afectan encías y conforme transcurre el tiempo alcanzan las estructuras más profundas que protegen los cimientos del diente, pudiendo incluso pasar a nivel sanguíneo e invadir órganos vitales como corazón, hígado o riñones.

Los síntomas pueden ser tan imperceptibles como un leve enrojecimiento de encías, halitosis (mal aliento) o chasquidos a la hora de comer; hasta los más evidentes y llamativos como sialorrea (salivación excesiva), sangrado de encías, arañazos en el aire o anorexia. Para un adecuado diagnóstico suele ser necesario anestesiar al paciente para la evaluación completa de la cavidad oral que siempre deberá ir acompañada de una radiografía enfocada en esta zona. Esto último se considera indispensable debido a que de forma externa no es visible la integridad completa del diente; es decir, no habría otra manera de confirmar o descartar si existen raíces afectadas.

El tratamiento de elección dependerá mucho del grado que presente la enfermedad, si es leve podría indicarse la profilaxis dental y cuidados preventivos posteriores, pero como ya es sabido, la mayoría de veces es detectada cuando existe un daño importante en el periodonto, y en esos casos, la indicación es la exodoncia de todas las piezas dentales afectadas.

Sabiendo todo esto, es vital considerar motivo de consulta apenas sea detectable cualquier molestia, a fin de evitar que la enfermedad se vuelva progresiva. Observa detenidamente a tu gatito cuando come. ¿Reconoces algún síntoma? Te invitamos (¡pero ya!) a pasar por una consulta médica. ¿Podría ser, pero no estás seguro(a)? Igualmente, en consulta también te ayudamos a despejar dudas. ¿Ninguna molestia? La medicina preventiva siempre es bienvenida. ¡Aquí te esperamos! Sinceramente, ellos y todos los que amamos la medicina felina te lo agradeceremos.


MV. Amelia Hurtado Henriquez
CMVP 11646